martes, 4 de septiembre de 2007

DE COMO QUEMAR LA GRASA Y NO MORIR EN EL INTENTO



Ya sabemos que actualmente está de moda el culto al cuerpo, que hoy en día, casi cualquiera está dispuesto a pasar por el quirófano para arreglarse la nariz, por ejemplo, porque ahora resulta que “muchísimas” personas tienen el tabique desviado y les impide respirar bien.

Que esas personas hayan convivido toda una vida con su nariz “desviada” y que jamás les hubiera dado problemas hasta ahora que pululan las clínicas de cirugía estética por todo el mundo es un misterio o, una casualidad, quizá, el que se den cuenta ahora, y claro pues ya de paso: “me quite usted, doctor, un poquito de hueso y en vez de tener nariz aguileña pues me la deja recta o un pelín respingona”.

No, si yo les comprendo, porque si hay que hacer una intervención para arreglar un “problema respiratorio” pues se hace, pero claro, operarse sólo para eso, es tontería ¿verdad?

Lo mismo pasa con los kilos de más, “es por cuestión de salud” dicen algunas, buenoooo, yo no discuto que no sea más saludable estar en un buen peso pero cuando hablamos de 5 o 10 kilos de más, localizados en las caderas, pongo por caso, no me hable usted de salud, caramba, diga sencillamente que se hace una liposucción porque le da la realísima gana y santas pascuas, que cada uno con su dinero y su cuerpo hace lo que le apetece, pero no haga el ridículo queriendo convencer al personal de que es por miedo a un infarto o algo así.

Porque, para el resto de personas que no pueden o no quieren pasar por el quirófano, y que no están tampoco dispuestas a hacer gimnasia, ejercicios, deporte, etc, pero sí quieren quitarse esos kilos de más, cada día se inventan nuevos artefactos: desde cremas con efectos reductores, hasta aparatos que tienen un sistema de cables con ventosas y estimulan los músculos en una especie de gimnasia pasiva, te sientas en el sofá, y, ¡hale!, te enchufas a la máquina y te sumerges en una especie de baile de san vito, con los músculos saltando a la comba, que yo no sé si hasta dará calambre tocar a esa persona, pero al menos a mí, me pone nerviosa cuando lo anuncian; me imagino tener a alguien al lado conectado a eso y me entra un repelús enorme; ah, pero tiene una gran ventaja, te dicen los anunciantes y así hacen doblete publicitario: mientras estás enchufado a la máquina puedes estar cómodamente viendo la televisión, o sea, contemplas la caja tonta que llaman algunos, y digo yo, qué culpa tiene la tele para que la insulten, al fin y al cabo no funciona sola, es decir, tiene que haber alguien que la encienda y que la maneje, así que si hay algún tonto, no es precisamente el aparato sino quien se pasa horas y horas enganchado a ella, que verla, la vemos todos, lo peor es que muchos no saben dosificar el tiempo y hacer algo más que eso en sus horas libres.

Pero bueno, ya se me ha ido el santo al cielo, estaba hablando de inventos para adelgazar sin esfuerzo.

Otro artículo que también tiene bastante aceptación, supongo que por su comodidad, son los cinturones quemagrasas, éstos, a diferencia de los otros, no tienes que enchufarte ni tirar cable por el cuerpo como si fueras una instalación eléctrica o algo parecido, simplemente te lo pones debajo de la ropa y le das al botoncito y él se encarga solito de quemarte la grasa sobrante, se entiende que actúa sobre la subcutánea, el problema viene cuando el “cinturón mágico” se cansa de ser mágico y se vuelve real, es decir, se recalienta y alcanza una temperatura hasta de 180º y empieza a echar chispas, luego la que empiezas a chisporrotear eres tu, y acaba quemándote no solo la grasa, que igual ni se enterado que tenía que quemarse y está tan fresca paseándose por tus interiores, sino también la piel que no tenía culpa de nada y eso todo después de haberte quemado el dinero porque no te lo han regalado claro, y entonces terminas más que quemada, quemadísima, y en el peor de los casos hasta tienes que acudir al hospital a que te curen, ufffff…

¿Porque les hablo de todo esto? Porque en España se han retirado del mercado al menos un millar de cinturones de estas características, por ser peligrosos, por quemarse fácilmente al alcanzar temperaturas enormes, provocar cortocircuitos etc, les llaman “fajas sauna”, así que ya saben ustedes a partir de ahora si quieren quemar las grasas sobrantes y estimular los músculos y eliminar los kilos, mejor será que se lo piensen dos veces antes de usar estos artilugios, si los compran asegúrense bien de que son buenos y están garantizados y si no ante la duda tenemos muchos kilómetros de calles, parques, jardines para andar y pasear y escaleras, muuuuchas escaleras para subir y bajar y todo eso ayuda a mejorar la respiración también y el ánimo, y así quemaremos nuestras grasas de una forma mucho más sana y las grasas no nos quemaran a nosotros, o sea no correremos el peligro de asarnos en nuestra propia piel como si fuéramos pollos.

Ayssss, ustedes perdonen, me ha salido un final como con moralina o en plan “consejeril”, así que me callo ya para que no me digan a mí ahora:

¡Ay, señor…, a veces… Lo que hay que oír…!

Emma Rosa

6 comentarios:

Mallén dijo...

Jaaaajajajajajajajaa...
Eres muy divertida para narrar.
Me he reído mucho, sobre todo porque yo estoy con sobrepeso y nada de mal me vendrían 10 kilos menos... Y porque además, hace algunos años que tuve el mentado cinturón. Y como que daba la corriente, así que lo descarté tras el primer tiritón extraño.
Aun no tengo dinero de sobra como para meterme a una lipo... y francamente no se si lo haría, considerando que soy una golosa empedernida y volvería a meterme lo que me sacaron.
Cariños desde Chile!!!!!!!!

Anónimo dijo...

Y yo vengo ahora a preguuntar, ya que es usted una fuente de información tremenda: ¿no habrá algo para quienes queremos lo contrario?...o sea, engordar por lo menos tres kilitos y dejar de parecer una fotocopia...
Otro día debería usted tratar de nosotros, los delgados que no hay forma de que engordemos; a ver qué le parece a usted que podríamos hacer...
Un beso.

Anónimo dijo...

Emma, excelente, me encanta como escribes de cosas cotidianas con tanto salero, mujer, un abrazote desde Puerto Rico, con kilos demás, Carmen Amaralis

Siluz dijo...

Que buen blog, Emma. Estoy leyendo entradas antiguas y veo que presentas temas serios en forma amena. Me gusta también el título que le has puesto. Un mensajito bajo la puerta al pasar desde Puerto Rico.

M.R. Salaman dijo...

Muy divertida tu forma de compartir estas reflexiones, Emma. Recibe un saludo “gordito” desde Puerto Rico. Cordialmente, Manuel P.R.

http://ultracorto.blogspot.com/

Laura Landa dijo...

Emma!! Que divertido!!! Y que cierto también!!! El otro día me llamó la atención que una de esas clínicas maravillosas proponía una 'liposucción ultrasónica'. Otra muestra más de la industria que crece gracias a nuestra necesidad de vernos mejor.