jueves, 31 de enero de 2008

EL CUENTO DE LA LECHERA

Como pasa el tiempo. Ya estamos a las puertas de otra campaña electoral y en este, nuestro país de cada día, seguimos oyendo noticias de promesas que se quedarán en eso seguramente: en promesas.

Porque los políticos, ya se sabe, “donde dije digo, digo diego”. Ellos lanzan la noticia al aire como quién tira una piedra al agua, a ver como sienta y la reacción que provoca, y después, según los sondeos, pues hacen una especie de truco de magia y es como si la noticia no hubiera salido a la palestra o, disimuladamente, dicen que se ha interpretado mal, que ellos no querían decir eso, y se quedan tan frescos, dejando al personal, al pueblo llano, a los pobres mortales de a pie, o sea, a nosotros ¡“futuros votantes” señores ministros!, con dos palmos de narices y sintiéndonos un poquito imbéciles, vamos, cuestionándonos nuestras entendederas.

Hay veces que una duda, y hasta se convence a sí misma de que sí, de que entendió mal, pero luego, ¡quiá!, una lo comenta y pregunta, y entonces se da cuenta de que había entendido perfectamente, lo que pasa es que ahora a los mandamases parece que les dio un ataque de amnesia y no se acuerdan de lo que dijeron primero. Menos mal que ahí entran en el escenario los videos de las grabaciones y entonces, claro, solo les queda el recurso de decir: “que se ha interpretado mal el asunto”

A cuento de que viene toda esta palabrería mía, se preguntarán ustedes, pues esto viene a cuento, y nunca mejor dicho, de los famosos 400 euros que prometió “regalar” el PSOE a los españoles en la Declaración de la Renta si ganaba las elecciones.

Verán, yo, que a veces peco de ingenua, pues eché la imaginación a volar y ya estaba pensando en qué me iba a gastar los cuatrocientos eurazos de marras, había ya casi decidido emplearlos en algunas acciones o algo parecido, y para entonces, como la Bolsa, según ellos, los gobernantes, estaría por las nubes de lo bien que iría el país, gracias a ellos también, (faltaría más) pues seguramente que ganaría algo más de lo empleado y con los intereses podría comprar más acciones, y así hasta…

Pero, de la noche a la mañana, “mi gozo en un pozo”. Porque resulta que noooooooo, que no es así, que no es que me vayan a dar el dinero por las buenas, si no que lo que lo van a ir descontando mes a mes. O sea, que al final ni te enteras, y para más inri, tampoco esa “medida de gracia” es para todos, por lo pronto no son merecedores de semejante dádiva entre otros los autónomos; con eso ya han terminado de “matarme” porque mi “santo” es autónomo, es decir, que ya me puedo ir despidiendo totalmente de los dineros. ¡Adiós a las acciones y a los intereses y a todas mis ilusiones…!

Estos señores me han dejado compuesta y sin novio y no hay derecho, caray. Tengo un cabreo impresionante, estoy por quedarme embarazada aunque nada más sea para chorizarles los 2500 euros que me tendrían que pagar. No quieren taza, pues taza y media.

Con su pan se lo coman, oigan, que ya no les pienso votar, hale, por quedarse con el personal de esa manera.

Y ahora que lo pienso, realmente, no sé a quien votar porque los otros también prometen bajar los impuestos y yo es que ya no me fío de ninguno, porque como dice el refrán: “Gato escaldado, del agua fría huye”.

Hay que “fastidiarse” con estos políticos, luego viene la señora vicepresidenta y dice toda convencida que en Alemania le preguntan “cómo hacen en España para que la economía vaya tan bien”…

¡Ay, Señor… A veces lo que hay que oír…!

Emma Rosa

sábado, 12 de enero de 2008

PRESIDENTAS AL PODER


Ayer, cuando oí la noticia de que Hilary Clinton había ganado en las primarias de Estados Unidos y que podía empezar a soñar con llegar hasta la Casa Blanca, esta vez de titular ella, no como señora “de”o “presidenta consorte” como fue en el pasado, pues me quedé yo pensando: ¿Y si realmente ella llegara al poder y saliera elegida presidenta del país más poderoso de la Tierra? ¿Cambiaría algo en el mundo? Digo yo, que a lo mejor pasaría como en los juicios y sentaría una especie de precedente. Me refiero a que si sería un modelo para que otras mujeres se animaran y se lanzaran “a por todas” en estas cosas de la política, vaya, que no se limitaran a presentarse a cargos más asequibles, por decirlo de algún modo.
Bueno, ya sé que hay mujeres que sí se atrevieron, ahí está el caso de Francia que estuvo en un tris de ser gobernada por una señora. Lástima que no hubiera salido elegida finalmente. Y también sé que hay naciones en las que es una mujer la que lleva las riendas, por supuesto que las hay, pero se pueden contar con los dedos de la mano.
Yo diría que es una proporción muuuuy pequeñita, en relación con la representación masculina, y digo yo, que visto el panorama mundial que tenemos, cualquiera que lo mirara desde el exterior, o sea objetivamente, ups, tendría que ser un extraterrestre o algo así; bueno, pues suponiendo que se pudiera hacer, ese ser podría pensar: o bien que la población masculina es muchísimo más abundante que la femenina o que el género femenino es inferior y no está apto para cubrir semejantes puestos, salvo casos muy excepcionales.

Ninguna de las dos cosas son ciertas, ¿verdad?, ya que las mujeres estamos tan capacitadas o más que los hombres, no sólo para la política sino para muchas más actividades, menos mal que poco a poco vamos enseñando "la patita" y dejándonos ver, subiendo peldaños y ocupando cargos cada vez más importantes, claro que "eso también se lo debemos a ellos" porque son tan amables y tan caballeros que se han inventado hace tiempo una fórmula ¿será para tenernos contentas o para que les votemos? Dicen que es "un sistema de cuotas para aumentar la participación de las mujeres en la vida política". ¡Toma ya, con la frasecita! Y se habrán quedado tan felices. Oigannnn, señores pensantes de todos los Gobiernos que han suscrito semejante barbaridad: ¿Creen ustedes que somos vacas o algo así? Miren, es que a mí, eso de las cuotas me recuerda a lo de la leche, saben, de oírlo en los telediarios, que están hablando todos los días de subir y bajar las cuotas lácteas y claro, no puedo evitar las comparaciones. Porque, vamos a ver ¿por qué tienen que "reservar" unos cuantos puestos para las mujeres? No, no, y mil veces no, ni para unos ni para otras, los puestos están ahí para que los cubran "las personas" que mejor estén capacitadas para ello, y aquí no importa el sexo sino el seso.
Y volviendo al tema del principio, y suponiendo que Hilary Clinton saliera elegida presidenta, yo me digo: ¿Y si cundiera el ejemplo y en la mayoría de los países de éste, nuestro Planeta, llegaran a ser "ellas" las mandamases y no "ellos" como en la actualidad?
¿Creen ustedes que el mundo iría mejor o peor?
Recuerdo una vieja canción que decía: "Si las mujeres mandasen/en vez de mandar los hombres/serían balsas de aceite/ los pueblos y las naciones..."
Mmmm, no sé yo, pero me encantaría averiguarlo.
A lo mejor así, serían los caballeros y no nosotras los que se quejaran de sentirse marginados y dirían a menudo eso de: ¡Ay, Señor... Lo que hay que oír...!

Emma Rosa

lunes, 7 de enero de 2008

¡ADIÓS BELÉN, ADIÓS!


Con la llegada ayer de los Reyes Magos de Oriente se han acabado las fiestas navideñas. Todos, o casi todos, hemos acumulado algún que otro kilo de más en nuestros cuerpos serranos, que ya se sabe que en estos días han sido protagonistas las grandes comidas familiares y las sobremesas donde no faltan desde los dulces a los buenos vinos, cavas y licores.

Y ahora toca volver a la vida real, a la rutina, al trabajo o al estudio, y toca también recoger los adornos navideños: el arbolito con sus bolas y su espumillón y como no, el Belén o el Nacimiento como ustedes prefieran llamarlo, con sus figuritas, su pesebre, su río con su correspondiente puente, su castillo de Herodes…

Así es todos los años en la mayoría de las casas, una guarda amorosamente a la Virgen María y a San José y sobre todo al niño Jesús, ¡ay, a ver si se va a perder porque es tan pequeñito!, a la mula y al buey, y al ángel que al pobrecito ya se le está rompiendo las alas de tanto colgarle el hilo para que “vuele mejor”, y a las ovejitas y los patitos que nadan entre las lavanderas y al hombre haciendo caca escondido debajo del puente…

En fin, una se despide poco a poco de todos, entre suspiros, y como diciéndoles en silencio: ¡Hasta el año que viene!, con la seguridad de que nada cambiará esa tradición, que esa historia ya está escrita desde siempre, o al menos así nos la contaron y nos la cantaron desde pequeños.

Pero ahora resulta que no, que ya no va a ser así y que dicen los expertos que Jesús no nació en Belén sino en Nazaret, y que nada de ver la luz en un pesebre sino en casa de José, que como era carpintero todo lo más que habría alrededor de la cunita serían serruchos, martillos y demás instrumentos propios del oficio, o sea, que de animales (léase buey y mula) nada de nada. Tampoco hay ya pastores y consecuentemente ya no habrá ovejitas. Y yo me pregunto si al ser dentro del pueblo tendremos que olvidarnos también del río y en ese caso no hay lugar tampoco para el puente y con eso descartamos también a las lavanderas y a los patitos y con lo bonito que quedaban los camellos atravesando el puente pues ahora ya no vamos a saber ubicar a los Reyes; claro que, si es que saben venir, porque al parecer, la estrella principal (y nunca mejor dicho) tampoco va a brillar más, es decir que los Reyes a lo peor no saben encontrar el camino porque entre que les han cambiado la dirección y que ya no los va a guiar nadie desde el Cielo… Bueno, pero como también dicen ahora los entendidos que Herodes parece ser que ya no era tan malo como nos lo pintaron, pues igual él les dice la verdad a sus Majestades y los encamina bien y al final llegan a su destino…

Aysss, yo no sé ustedes, pero yo estoy realmente muy preocupada, si en las altas esferas, o sea en el Vaticano que es donde “montaron ahora este belén” (y nunca mejor dicho) tan extraño y tan diferente dicen que hay que cambiar todo el escenario, incluyendo a los personajes principales, yo me pregunto y ¿si cunde la idea? ¿Qué pasará con todas las figuritas que sobran? Y ¿los villancicos, también habrá que rehacerlos? Y ahora ¿qué historia sagrada le contarán a los niños en la catequesis?

En fin, se me ocurren más preguntas pero me temo que nadie va a saber contestarme.

Vaya, que no ganamos para disgustos, desde que cambiamos de Papa no dejan de sorprendernos desde Roma, primero nos quitaron el limbo y nos devolvieron el infierno, luego se habló de decir la misa en latín y ahora nos arman un lío con el Belén, mejor dicho el Nacimiento porque lo de Belén parece ser que ya es historia pasada.

Un lío, ¿no creen ustedes? Yo ya estoy temblando pensando en que será lo próximo que nos anuncie Benedicto XVI, ¡ay, hombre de Dios!, mire que ya se nos había pasado un poco el susto desde que usted nos avisó de tantos cambios y ahora nos monta, o más bien nos desmonta, el belén.

Pues ya no sé si es afán de protagonismo o que se aburre y se entretiene así elucubrando semejantes ideas, pero sinceramente espero que no cuaje esta historia porque yo, al menos, el año que viene y todos los venideros pienso seguir montando mi Belén como manda la tradición con todas las figuritas, animales, pastores, estrella, reyes, río, puente, castillo y todo lo que sea menester, si además tengo que añadir herramientas de carpintero pues se añaden pero de quitar al buey y a la mula, nanay, faltaría más.

Así que me despido de los adornos navideños con un ¡hasta el año que viene! Y el próximo 25 de Diciembre ya veremos como montan el Belén en el Vaticano que en mi casa ya sé yo como lo voy a hacer.

Una se esperaba unas Navidades tranquilas, sin grandes sobresaltos y ya ven ustedes como nos han sorprendido. ¡Ay, Señor… Lo que hay que oír…!

Emma Rosa