domingo, 23 de diciembre de 2007

DE HÁBITOS Y CALENDARIOS Y VICEVERSA

Está a punto de llegar otra Navidad y el año también está dando sus últimos coletazos, y todos, o casi todos, nos empezamos a comer un poco el coco con la promesa de hacerno buenos propósitos para el nuevo año. Quien más y quien menos ya “tiene decidido” que es lo que va a empezar hacer, o lo que va a dejar de hacer.

Pongamos ejemplos: “Dejar de fumar”. Ya sé que es lo típico y que es un tópico pero es una realidad, o ¿van ustedes a negármelo? No hay navidades que se precien de serlo en las que no se escuche la frasecita en cuestión, como si para dejarlo, de fumar, digo, tuviera que ser imprescindible que se acabara el año. Les puedo asegurar que ya lo he oído decir a una amiga y además está toda convencida de que lo va a conseguir. Lo cual me alegraría, por supuesto.l

Otro ejemplo: Hacer ejercicio o apuntarse a un gimnasio. También es algo que se oye frecuentemente, y así con la excusa de que en cuanto pasen las fiestas una va a hacer toda clase de sacrificios para bajar esos kilos que se pegan inevitablemente esta temporada, pues hale, una se pone morada y no le perdona la vida ni a los mazapanes ni a los turrones ni al buen vino ni al cochinillo ni a nada que sea rico, rico.

Y, por estas fechas, también, nos inundan con calendarios o almanaques; calendarios de todo tipo, de todos los tamaños y para todas las necesidades. Y ahí es, a donde quiero yo ir a parar.

Recuerdo que cuando yo era pequeña estaba de moda un almanaque que era como un libro pequeñito, cada día había que pasar una hojita y allí te encontrabas con la fecha, el santoral completito con toda la corte celestial que ese día merecía tal honor y con una frase célebre y piadosa más o menos. Éste era, digamos, el almanaque de las gentes de bien, honradas y decentes. Luego, claro, además de los publicitarios de comercios, empresas, marcas, y demás estaban los calendarios de chicas ligeras de ropa, allá casi por el tiempo de Mari castaña, para pasar a quedarse en cueros totalmente..

Afortunadamente, y para regocijo de los ojos femeninos, que no siempre van a ser ellos los que se alegren la vista ¿verdad?, ya estamos a la par, y ahora están también de moda los que salen modelos masculinos con más o menos piel a la vista.

Tenemos calendarios para todos los gustos: De bomberos, de futbolistas, de asociaciones de mujeres y un larguísimo etc, pero lo que yo nunca me hubiera imaginado hasta que lo vi en una noticia, es que hubiera un calendario de sacerdotes.

A ver, yo no digo que no sean hombres como los demás por el hecho de ser curas, que sí que lo son, pero lo de posar en plan modelo para un calendario pues no me parece que sea muy católico, la verdad, ups, y nunca mejor dicho. Es que miren una que no es de piedra, mira ese calendario y ve a esos…, ays, es que no sé como calificarlos, porque estarán con sotana y en plan serio y formal, pero la realidad es que despiertan el “morbo”, por decirlo suavemente, de quien los mira. Vamos, que esas fotografías no provocan precisamente nada casto y puro, sino más bien lo contrario…, no voy a especificar más, creo que ustedes ya me entienden, eh.

Y entonces me pregunto, ¿a quién beneficia todo este asunto? Porque el éxito de ventas, por lo visto está asegurado. Dice el fotógrafo que él es el único beneficiario y responsable y que pretende sólo dar publicidad a la ciudad y a los monumentos de Roma, una forma un poco rara, señor, yo creo que para eso hay otros métodos más católicos, buenoooo, otra vez se me escapa la palabrita. También dice que escoge curas jóvenes y guapos para demostrar que la Iglesia no solo está compuesta de personas mayores. Y yo vuelvo a preguntarme ¿y qué dicen las altas jerarquías eclesiásticas sobre este asunto? Pues yo no sé si se han pronunciado o no, tampoco sé si se limitan a soslayar el asunto como si la cuestión no fuera con ellos o no les afectara en absoluto; en todo caso a mí no me parece bien que en muchas ocasiones en las que no debería decir “esta boca es mía” sí hable, sí se pronuncie y proteste por cosas que no le atañen en absoluto y que en esta situación, y tal y como están ahora de capa caída los sentimientos religiosos de los que se supone creyentes, no tome cartas en el asunto, porque, insisto, no me parece muy católico que unos curas, vestidos además con hábitos, sean los causantes de despertar semejantes sentimientos, no religiosos, precisamente.

En fin, que hoy, la ocasión lo merece, no voy a decirles a ustedes lo acostumbrado, porque esta vez solo puedo añadir: ¡Ay, Señor… Lo que hay que ver…!

Emma Rosa

viernes, 7 de diciembre de 2007

DE RONQUIDOS Y SINFONIAS NOCTURNAS

Creo que antes de dejar aquí otro artículo debería pedir disculpas a mis lectores, suponiendo que aún me quede alguno, que después de este parón de tanto tiempo sin aparecer ni decir “esta boca es mía” pues bien me tendría merecido que ahora no se dignara entrar nadie a leerme.

Bueno, estimados lectores, ¿hay alguien por ahí…? En fin, diversas causas y motivos personales me han impedido seguir escribiendo esta temporada. Como son asuntos tristes no voy a contarles nada, que ustedes bastante tendrán con sus propias penas, problemas, tristezas, etc, para que ahora venga yo a hablarles de las mías.

Así que, corramos un tupido velo y entremos en materia. Y ahora, me preguntó yo, ¿de qué les hablo?

Aysss, que llevo un rato pensando… Claro, esto me pasa por la falta de costumbre, que estoy casi tan nerviosa como si fuera lo primero que les escribo. Me siento como las novias de ahora el día de la boda, más bien la noche de bodas, que después de vivir varios años con su novio, de repente deciden casarse y esa noche están temblorosas como flanes. ¿Ustedes lo entienden? Yo no, la verdad, eso es lógico al principio de la convivencia, cuando todo es novedad, pero una vez “roto el hielo” y cuando ya estás acostumbrada a despertarte al lado de alguien, incluso a aguantarle sus ronquidos, que de vez en cuando, pues, todos montamos nuestra sinfonía nocturna; (ahora seguro que hay alguien por ahí que dice: ¡Yo no ronco!) Pues me parece muy bien, oiga, suerte que tiene su “costilla” pero de todas formas eso tendría que ratificármelo su compañero o compañera de cama porque nadie se oye roncar, es decir, uno puede roncar ferozmente y no saberlo. Y además, ¿se han fijado ustedes? Todos tenemos tendencia a decir que no roncamos, siempre que sale el tema, en una reunión de amigos o similar, lo más frecuente es que cuando alguien le dice a su pareja que “tu roncas, cariño” (así por decirlo suavemente) la otra persona le contesta como ofendido: “Yo no ronco, cariño, la que roncas eres tú”. Vamos, que ahí y a lo tonto se puede montar un pollo, y todo por unos ronquidos de nada.

Bueno, seamos sinceros, molestar, molestan; fastidian, y mucho, sobre todo cuando una no puede “pegar ojo” y está en un sinvivir, mejor dicho en un “sindormir” y tiene al vecino de colchón disfrutando como un loco de un sueño reparador, si además ronca, ya es un incordio total y si además de eso hace ruiditos de placer o suspira, pues una se mosquea ya, hasta límites insufribles, y piensa que encima de no poder dormir y tener que estar aguantando los “ruidos” del otro y contemplar su placidez, para colmo intuyes que está teniendo unos sueños de lo más “sugerentes y placenteros”, pues eso ya es el remate final para terminar de jod… Entonces solo quedan tres opciones: O te mueves, te retuerces y haces todo tipo de filigranas hasta que se despierta, (esto es una faena, ya lo sé, pero es que hay que vivirlo y sufrirlo para entenderlo y para disculparlo). Una segunda opción es levantarte en silencio, irte al salón a ver la tele, a tomar un vasito de leche, etc, más que nada para relajarte un poco. Y otra tercera opción es escuchar atentamente por si se le escapara alguna palabra, algún nombre o algo así, para saber qué es lo que se “cuece” en su cabeza en esos momentos.

¡Mmm… Ven ustedes!, ya me he desviado del tema y me he ido por otros derroteros. Les hablaba yo de que no entiendo porqué se ponen nerviosos los novios hoy en día, en mi época sí, porque entonces no se llevaba eso de vivir juntos y una se casaba con un montón de interrogantes e incógnitas chispeándole por dentro, entre otras cosas la falta de experiencias en todos los sentidos, ¿cómo no nos íbamos a poner nerviosas? Recuerdo el caso de una amiga mía que se casó tan casta y pura que luego le resultó el marido impotente, pobrecita, el calvario que tuvo que pasar hasta que le anularon el matrimonio por no consumación, después se volvió a casar, y afortunadamente es muy feliz, pero esta vez ya se aseguró antes de ir al altar de que “la cosa” funcionara bien y sin problemas, por si acaso el príncipe azul le volvía a salir rana, claro que hoy día con lo que va por el mundo nada ni nadie está garantizado y tu príncipe, por muy hombre que sea, se te puede volver rana en cualquier momento, si se le cruzan “las neuronas”, por ejemplo.

Mejor es, pues, tocar madera y pensar que esas cosas sólo les pasan a los demás, ¿verdad? Bueno, ya ven ustedes al final he terminado hablándoles de ronquidos y demás sinfonías nocturnas, y es que hay noches en las que una se dice a sí misma aquello de: ¡Ay, señor… Lo que hay que oír…!

Emma Rosa

domingo, 30 de septiembre de 2007

PREMIO AL BLOG SOLIDARIO


Queridos amigos y apreciados lectores:

Tengo el placer y el honor de anunciaros a todos que este blog ha recibido el Premio al Blog Solidario otorgado por Siluz, una compañera de letras del Taller literario La Navaja de Occam. Ella lo ha recibido a su vez por su precioso blog “Escribiendo en voz alta”, cuya visita os recomiendo: http://siluz.blogspot.com de manos de Claudia Lonfat desde su blog "La Perla de Janis” http://www.laperladejanis.blogspot.com.

Como no sé hacerlo mejor, transcribo literalmente sus palabras: “ … a Emma Rosa, del blog "Opiniones de una ama de casa" (http://emmarosarg.blogspot.com/) porque demuestra como de una forma sencilla se puede opinar de todo y bien”. Dado que éste es un blog sencillo que nació sin pretensiones ni aspiraciones de ningún tipo, no sabes, amiga, hasta que punto la concesión de este premio me llena de orgullo y me anima a seguir adelante con él. Por todo ello, Siluz, te agradezco muchísimo este galardón y todo lo que representa.

Y ahora como me toca a mí seguir la cadena quisiera otorgar este premio a tres mujeres y a sus respectivos blogs, tanto por la difusión cultural que nos ofrecen como por su defensa y solidaridad en varios campos y la calidad de sus letras. Ellas son:

ALENA COLLAR: Blogs http://otraslenguasotrospaisajes.wordpress.com/ del Fórum LetrasLibres por su aportación cultural y defensa y difusión de las lenguas minoritarias y a la Revista de arte Alenarte http://alenar.wordpress.com/ por la información cultural que nos brinda y por la variedad de contenidos que ofrece.

DOLORES BELTRÁN: Blog http://asturiasyyo.blogspot.com/ por la difusión de esta tierra que ambas compartimos y por darla a conocer al mundo entero a través de sus palabras y de su inseparable cámara de fotos.

VIRGINIA SEGUÍ: Blog Mujer, arte y literatura http://seguicollar.wordpress.com/ por su defensa del mundo femenino y darnos a conocer tantas historias de mujeres célebres, así como de sus obras.

Por último quiero decir que podría añadir una larga lista de amigos y compañeros que merecerían también este premio pero me temo que se me olvidaría alguno y creo que eso no sería justo, además estoy convencida de que todos ell@s acabarán recibiéndolo también.

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Bueno, pues ustedes perdonarán que por una vez me haya puesto tan seria pero realmente la ocasión lo merece, y hoy, y sin que sirva de precedente, no diré aquello de “… Lo que hay que oír…” Ustedes me comprenderán, espero…

Emma Rosa

domingo, 16 de septiembre de 2007

DE COMO ENGORDAR Y NO MORIR EN EL INTENTO


En mi anterior artículo, donde yo les hablaba de cómo quemar las grasas, me comenta una asidua lectora de mi blog -¡ays, qué bien me suena eso! , aunque, como resulta que es amiga mía, ahora me asalta a mí la duda: ¿será por eso por lo que es asidua?, bueno, digo yo que algo tendrá el agua cuando la bendicen; mmm, mejor corramos un tupido velo-. En fin, a lo que iba, pues dice mi amiga Alena (esto que quede entre ustedes y yo: ella sí que escribe fantásticamente y tiene una revista de arte preciosa y muy amena a la par que informativa) que yo ahora debería tratar el tema de los que son muy delgados y quieren engordar un poquito ¿qué tienen que hacer para conseguirlo?

Pues me ha “pillao” a mí el asunto de sorpresa, oye, yo creía que esos casos no existían en esta sociedad donde dicen que cada vez hay más obesos, donde te están machacando continuamente con el asunto de “cómo adelgazar antes y más kilos”, donde las dietas milagro son el pan nuestro de cada día –mejor dicho el no pan, pobrecito qué mala fama tiene- y pululan por todos los medios, que no hay revista que se precie que no tenga su particular dieta; donde te recuerdan continuamente que tienes que ponerte a régimen y luego resulta que si una se come un pastel o un helado se siente como si hubiera cometido el mayor de los pecados y le remuerde la conciencia y se jura que va a empezar a ir a andar todos los días, a nadar, al gimnasio cuando empiece el frío, etc, ¡vaaaamos!, que ya tengo agujetas sólo de pensarlo. Y ahora que ya tengo asumido todo eso, debo imaginarlo al revés -esto me pasa a mí por meterme en camisa de once varas-, y así, a bote pronto, se me ocurren tantas cosas que se pueden hacer para engordar que hasta parece que me “canta” el estómago sólo de pensarlo y que las tripas me bailan “salsa” y “merengue” , por hablar en términos culinarios, de regusto; a ver si se creen que van a ser ellas las afortunadas destinatarias de recibir un opíparo banquete.

Veamos, a lo que iba: si para adelgazar no se deben comer grasas, pastas, pan, azúcar, chocolate y similares, digo yoooo, que para engordar habrá que hacer todo lo contrario, es decir, ponerse morado de comer todo eso de lo que la mayoría de los mortales nos tenemos que privar; claro que, entonces, se te pondrá el colesterol por las nubes y la sangre que antes corría tan alegremente por tus venas comenzará a sentirse pesada…, y tampoco se trata de eso ¿verdad?, aquí hablamos de engordar sanamente.

¡Ah, caray!, pues qué difícil es, después de todo. Bueno, pasemos al plan B –jeje, cómo dicen en las películas- , después de comer, opíparamente, pero sin pasarse, no vaya a sentarnos mal y nos de un empacho, que eso ya sabemos como termina y acabemos “derrochando” todas esas hermosas calorías en la fría taza del w… (ustedes ya me entienden…), pues después de comer, decía yo, no moverse, nada de pasear la digestión, ni recoger los platos, no, una buena siesta en el sofá para dejar que se nos pegue la grasilla que hayamos ingerido; aunque eso, claro está, en el caso de tener muy bien el estómago porque sino viene la indigestión y podemos volver a acabar otra vez en el mismo sitio de antes y lo que es peor nos sentiremos fatal y el apetito se nos va de vacaciones, o sea, que la siesta o el reposo deben hacerse con mucho cuidado para que el efecto sea el deseado y no el opuesto.

Ayssss, empiezo a pensar que es más estresante, a pesar de lo que pueda parecer, el ser demasiado delgada que el estar demasiado gorda.

Y…, pues, ya no se me ocurre nada más, porque no me atrevo a sugerir que nada de hacer ejercicio físico sino mejor una vida sedentaria, que te puede dar un yuyu por mi culpa… Quita, quita, menuda responsabilidad, consejos para adelgazar los que quieras, que al fin y al cabo se trata de hacer vida más sana en todos los sentidos, pero para engordar, leñe, no te voy a aconsejar que hagas vida insana, qué clase de amiga sería yo.

Resumiendo, si yo no estoy equivocada, la conclusión es que es mejor estar gorda que delgada porque resulta que es mucho más fácil adelgazar que engordar, ay, no sé, me suena muy raro también, uffff, pues vaya un lío en que me he metido yo solita…

La próxima vez hablaré del Gobierno, que eso en lugar de estresarme me divierte, o de algún programa de la tele, o de alguna noticia de la vida real que hay por ahí cada novelón que ya se estarán frotando las manos los escritores de best seller y los directores de películas, que entre todos me da a mí que tendremos un otoño calentito y entonces podremos decir: ¡Ay, señor… Lo que hay que oír…!

Emma Rosa

martes, 4 de septiembre de 2007

DE COMO QUEMAR LA GRASA Y NO MORIR EN EL INTENTO



Ya sabemos que actualmente está de moda el culto al cuerpo, que hoy en día, casi cualquiera está dispuesto a pasar por el quirófano para arreglarse la nariz, por ejemplo, porque ahora resulta que “muchísimas” personas tienen el tabique desviado y les impide respirar bien.

Que esas personas hayan convivido toda una vida con su nariz “desviada” y que jamás les hubiera dado problemas hasta ahora que pululan las clínicas de cirugía estética por todo el mundo es un misterio o, una casualidad, quizá, el que se den cuenta ahora, y claro pues ya de paso: “me quite usted, doctor, un poquito de hueso y en vez de tener nariz aguileña pues me la deja recta o un pelín respingona”.

No, si yo les comprendo, porque si hay que hacer una intervención para arreglar un “problema respiratorio” pues se hace, pero claro, operarse sólo para eso, es tontería ¿verdad?

Lo mismo pasa con los kilos de más, “es por cuestión de salud” dicen algunas, buenoooo, yo no discuto que no sea más saludable estar en un buen peso pero cuando hablamos de 5 o 10 kilos de más, localizados en las caderas, pongo por caso, no me hable usted de salud, caramba, diga sencillamente que se hace una liposucción porque le da la realísima gana y santas pascuas, que cada uno con su dinero y su cuerpo hace lo que le apetece, pero no haga el ridículo queriendo convencer al personal de que es por miedo a un infarto o algo así.

Porque, para el resto de personas que no pueden o no quieren pasar por el quirófano, y que no están tampoco dispuestas a hacer gimnasia, ejercicios, deporte, etc, pero sí quieren quitarse esos kilos de más, cada día se inventan nuevos artefactos: desde cremas con efectos reductores, hasta aparatos que tienen un sistema de cables con ventosas y estimulan los músculos en una especie de gimnasia pasiva, te sientas en el sofá, y, ¡hale!, te enchufas a la máquina y te sumerges en una especie de baile de san vito, con los músculos saltando a la comba, que yo no sé si hasta dará calambre tocar a esa persona, pero al menos a mí, me pone nerviosa cuando lo anuncian; me imagino tener a alguien al lado conectado a eso y me entra un repelús enorme; ah, pero tiene una gran ventaja, te dicen los anunciantes y así hacen doblete publicitario: mientras estás enchufado a la máquina puedes estar cómodamente viendo la televisión, o sea, contemplas la caja tonta que llaman algunos, y digo yo, qué culpa tiene la tele para que la insulten, al fin y al cabo no funciona sola, es decir, tiene que haber alguien que la encienda y que la maneje, así que si hay algún tonto, no es precisamente el aparato sino quien se pasa horas y horas enganchado a ella, que verla, la vemos todos, lo peor es que muchos no saben dosificar el tiempo y hacer algo más que eso en sus horas libres.

Pero bueno, ya se me ha ido el santo al cielo, estaba hablando de inventos para adelgazar sin esfuerzo.

Otro artículo que también tiene bastante aceptación, supongo que por su comodidad, son los cinturones quemagrasas, éstos, a diferencia de los otros, no tienes que enchufarte ni tirar cable por el cuerpo como si fueras una instalación eléctrica o algo parecido, simplemente te lo pones debajo de la ropa y le das al botoncito y él se encarga solito de quemarte la grasa sobrante, se entiende que actúa sobre la subcutánea, el problema viene cuando el “cinturón mágico” se cansa de ser mágico y se vuelve real, es decir, se recalienta y alcanza una temperatura hasta de 180º y empieza a echar chispas, luego la que empiezas a chisporrotear eres tu, y acaba quemándote no solo la grasa, que igual ni se enterado que tenía que quemarse y está tan fresca paseándose por tus interiores, sino también la piel que no tenía culpa de nada y eso todo después de haberte quemado el dinero porque no te lo han regalado claro, y entonces terminas más que quemada, quemadísima, y en el peor de los casos hasta tienes que acudir al hospital a que te curen, ufffff…

¿Porque les hablo de todo esto? Porque en España se han retirado del mercado al menos un millar de cinturones de estas características, por ser peligrosos, por quemarse fácilmente al alcanzar temperaturas enormes, provocar cortocircuitos etc, les llaman “fajas sauna”, así que ya saben ustedes a partir de ahora si quieren quemar las grasas sobrantes y estimular los músculos y eliminar los kilos, mejor será que se lo piensen dos veces antes de usar estos artilugios, si los compran asegúrense bien de que son buenos y están garantizados y si no ante la duda tenemos muchos kilómetros de calles, parques, jardines para andar y pasear y escaleras, muuuuchas escaleras para subir y bajar y todo eso ayuda a mejorar la respiración también y el ánimo, y así quemaremos nuestras grasas de una forma mucho más sana y las grasas no nos quemaran a nosotros, o sea no correremos el peligro de asarnos en nuestra propia piel como si fuéramos pollos.

Ayssss, ustedes perdonen, me ha salido un final como con moralina o en plan “consejeril”, así que me callo ya para que no me digan a mí ahora:

¡Ay, señor…, a veces… Lo que hay que oír…!

Emma Rosa

miércoles, 22 de agosto de 2007

"TRES, YA SON UNA MULTITUD"



Ya saben todos mis lectores, si es que hay alguien que reincida después de haber leído mis anteriores artículos, bueno, algunos sí que hay por ahí, para ellos mi eterno agradecimiento y para los posibles nuevos visitantes, además de mi gratitud, les envío un saludo de bienvenida, que de vez en cuando no está de más recordarles, ya saben el refrán: “De bien nacidos es ser agradecidos”.

Decía yo, al principio, que mis lectores ya saben que este blog pretende ser amable y más o menos divertido (espero conseguirlo, por lo menos alguna vez), que se alimenta de noticias alegres o raras, o, incluso tontas o locas; por esa razón no hablo nunca de acontecimientos tan terribles, tremendos y horrosos como se dan en el mundo, bien sean obra de la mano del hombre o de la propia naturaleza, eso queda para la prensa seria y de verdad y para los periodistas que son los que saben y deben informar de esas cosas. Lo cual no es óbice para que yo, como ser humano, no sienta la tristeza y la misma pena ante las desgracias ajenas, por ello vaya mi solidaridad y mi recuerdo para todos los que han perdido vidas, enseres e ilusiones ante los recientes acontecimientos, y ante todos los que estén por venir.

Ahora, retomando ya el espíritu del blog, quiero comentar una preciosa noticia que oí el otro día: En España un matrimonio tuvo trillizos, de forma natural, sin ningún tratamiento de fertilidad ni nada parecido. La noticia no es extraordinaria, por supuesto, ya que se han dado casos de hasta seis o siete niños nacidos en el mismo parto, aunque sí preciosa porque el nacimiento de una nueva vida siempre lo es. Pero la polémica saltó cuando en la tele sus orgullosos padres, que no es para menos, aunque yo estaría más apabullada que otra cosa, anunciaron que eran idénticos, exactamente iguales, y que hasta tenían las mismas huellas dactilares, que era imposible distinguirlos y por eso les habían tenido que colocar una pulserita de un color determinado a cada uno para poder saber quien es quien.

Una servidora oye todo esto y, al margen de que los peques son una ricura y todo eso, se queda pensando en lo de las huellas dactilares pues no le cuadra, vamos, que resulta muy raro, eso sí que es excepcional, aunque visto lo visto y al haberlo oído decir al presentador en el telediario, pues una le da cierto crédito. Pero parece ser que no, que luego rectificaron, que las huellas pueden ser muy similares a simple vista pero que no son exactas, ya que eso es imposible.

Hasta ahí la noticia, pero yo, que cuando la imaginación se me desata no hay quien la haga entrar en razón, pues ya me puse a elucubrar, y me digo: ahora son bebés y no hay problema con las pulseritas, pero si siguen siendo idénticos, ¿qué pasará cuando se las puedan intercambiar? ¡Andaaaa, que no pueden hacer gamberradas ni nada, en el colegio y en el Instituto!, intercambiándose en exámenes, por ejemplo, y con las amigas y novias, ¡uhhhh, como salgan bromistas!, dos gemelos pueden armar muchos líos, pero tres, a ver quién es el listo que los puede controlar y saber a ciencia cierta quien es cada cual todo el tiempo. Vaya paciencia y astucia que van a tener que desarrollar padres y profesores y aún así…

Yo recuerdo que de pequeña mi ilusión era tener una hermana gemela, ya sé que muchos niños se inventan el amigo invisible, pero yo lo que quería era una exacta a mí, precisamente para eso, para poder hacer travesuras y confundir al personal, pero claro era imposible, así que cuando mi hermana mayor me decía para hacerme de rabiar que a mí me habían encontrado en un carro de gitanos y otras lindezas parecidas, pues yo secretamente fantaseaba, y me decía que si eso fuera cierto, al menos podría existir una posibilidad de que sí pudiera tener una gemela y que a lo mejor algún día me la tropezaría así de casualidad.

Ya ven ustedes que a todo se le puede dar la vuelta y hallar optimismo donde aparentemente no lo hay, o quizá era una forma de autoconsuelo por si aquello fuera verdad, de todas formas bombardeaba a mi madre a preguntas sobre mi nacimiento para cerciorarme de donde había venido yo, la idea del carro de gitanos no me gustaba mucho, aunque me quedara sin gemela. Así estuve una temporada, hasta que me convencí que de aparecer así por arte de birli birloque nada de nada, que vine de París como todos los niños de la época, al menos en aquel tiempo, así que me olvidé del asunto. Y ahora, resulta que por una noticia de la actualidad, fíjense ustedes a donde me he remontado yo.

En fin, que me ha salido el artículo un poco raro y pelín nostálgico, y tal vez hoy sean ustedes los que me tengan que decir a mí:

¡Ay, señor... a veces … Lo que hay que oír…!

Emma Rosa

viernes, 17 de agosto de 2007

"CON LA IGLESIA HEMOS TOPADO"

A veces hay noticias raras, casi siempre hay noticias tristes, tremendas, horribles y trágicas. Pero otras veces hay noticias injustas, y que además no tienen mucho sentido, por lo menos en apariencia.

Cuando se traslada a un cura de parroquia puede haber muchos motivos, pero cuando todo el pueblo reclama a voces la vuelta de ese sacerdote, hasta el extremo, de que hay personas dispuestas a ponerse en huelga de hambre para que regrese, digo yo, que por algo será que lo quieren tanto, y cuando los motivos son, al parecer, que iba un poco por libre y que se llevaba mal con las monjas del Convento y que éstas influyeron para que sus superiores decidieran el traslado. Pues a mí la verdad es que me parece una noticia muy injusta.

Y me recuerda otra que hace poco también salía a la palestra: En Madrid, las autoridades eclesiásticas quieren o querían, al menos, cerrar una iglesia y evidentemente “trasladar” también al cura, esta vez, no por culpa de las monjas sino porque el sacerdote usaba el templo como refugio de los pobres, vagabundos y drogadictos, etc; es decir, querían echarlo, prescindir de él porque estaba haciendo una labor social, porque anteponía las necesidades de los más necesitados –valga la redundancia- a las “necesidades” de la parroquia.

Yo, llegada a este punto me detengo a pensar, porque es para pensarlo detenidamente, y me viene a la cabeza aquella famosa frase de Don Quijote: “Con la iglesia hemos topado”, que ya ha llovido mucho, muchísimo desde entonces, sin embargo parece que se ha detenido el tiempo para algunas instituciones.

Y si no, díganme ustedes, y enlazo aquí otra noticia más, aunque ésta no sé si calificarla como absurda, frívola, mundana…, al menos las razones que dan para ello. Ahora resulta que se va a volver a dar la misa en latín, no obligan a nadie por supuesto, sólo autorizan desde las altas esferas a obispos y arzobispos para que, si lo creen oportuno, oficien la misa en latín, y claro siempre que los fieles estén de acuerdo y “lo pidan” y digo yo, ¿contará aquí la opinión de los feligreses? Porque para trasladar a los sacerdotes que “no interesan” está claro que no les importa en absoluto la opinión del pueblo.

Si a todo esto añadimos que hace poquito nos “han resucitado” otra vez el infierno, pues, no sé a ustedes, pero a mí me empieza a dar “yuyu” ya la cosa, ¿vamos hacia delante o hacia atrás? Alegan en Roma que es para contrarrestar el fanatismo de otras religiones y que por eso quieren volver a los viejos ritos, yo creo que con estas posturas más que contrarrestar nos estamos equiparando a ellos. Y me pregunto si todo eso incluirá también que el oficiante esté de espaldas, vamos, a este paso las mujeres tendrán que volver a ponerse velo o pañuelo en la cabeza y chaqueta para tapar los brazos y qué decir de las minifaldas… Ustedes dirán que soy una exagerada, pero es que, o mucho se aburren en Roma o yo no entiendo muy bien todo este retroceso que estamos viviendo.

No estarían mejor ocupándose de otras cuestiones mucho más importantes y más acordes con lo que de verdad debería ser su ministerio, como lo de dar de comer al hambriento -pongo por caso-, que hay muchos por el mundo y la Iglesia atesora y colecciona obras de arte a puñados, yo no digo que vendan la Capilla Sixtina ni nada parecido, pero con un simple cuadro de tantísimos como poseen seguro que podrían construir muchas escuelas, muchos pozos de agua, muchos pequeños hospitales etc, sin embargo se preocupan de cosas tan baladíes como atemorizarnos a estas alturas con el infierno o pregonar a bombo y platillo que ya no hay limbo.

En fin, yo creo que si volviera Jesucristo a la Tierra y viera como está todo el panorama volvería a entrar en el “Gran Templo” y no dejaría, otra vez, títere con cabeza.

Bueno, ustedes me perdonarán que esta vez me haya puesto tan seria en mis comentarios, pero es que, y hoy lo voy a decir bien alto:

¡Ay, Señor… lo que hay que oír…!

Emma Rosa

sábado, 11 de agosto de 2007

FICCIÓN Y REALIDAD ¿DOS "ALMAS" GEMELAS?



Dicen que a veces la realidad supera a la ficción. Y una no se lo termina de creer porque hay cosas, hechos, acontecimientos, que no se conciben en la vida real.

Porque “eso” sólo pasa en las películas o en los libros, pensamos o creemos, hasta que la realidad te da un par de cachetitos en la cara y te dice: “Mírame, soy yo, no soy un cuento inventado por nadie”, y, entonces, una se dice que es verdad, que sí, que pasan cosas extraordinarias, para bien o para mal, en este mundo nuestro de cada día.

Y ahora ustedes dirán, todo eso está muy bien, pero a qué se refiere esta señora.

Pues verán, hace tiempo vi un capítulo de los Simpson en el que se descubría que Homer tenía medio lapicero incrustado dentro del cerebro, al parecer se lo había introducido de pequeño por la nariz, y suponiendo que eso le afectaba a su inteligencia le operaron y se lo sacaron; de golpe y porrazo se volvió un “padre normal”, pero como aquello era muy aburrido se lo volvió a introducir para volver a ser como siempre.

¡Ay!, no piensen ustedes que me estoy volviendo tonta, contándoles ahora un capítulo de una serie de dibujos; que sí, que ya sabemos que los guionistas tienen una imaginación desbordante.

Hasta aquí la ficción, ahora hablemos de la realidad y el por qué les he contado esta historia.

Hace un par de días dieron una noticia de esas insólitas, de esas que te parecen imposibles: Un señor que llevaba media vida con dolores de cabeza frecuentes, migrañas terribles y varios males a cuestas, resulta que le descubren, no sé si por una radiografía o un escaner, que tiene incrustado dentro del cerebro… ¿lo adivinan ustedes?, pues sí, un lápiz, no entero eh, al parecer son dos trozos, uno más grande que otro; lo operaron y le extirparon el más grande, el pequeñito se lo dejaron porque tenían miedo de dañarle ellos más que el “inquilino”, que se había instalado allí desde hacía tanto tiempo que cualquiera se atrevía ahora a sacarlo.

¿Qué me dicen ahora de la similitud de las historias? Los médicos esperan que a partir de ahora el sufrido señor mejorará de sus males. Yo no sé como andaría el buen hombre de inteligencia, pero me pregunto si ahora se volverá más o menos listo que antes. Vaya, qué tontería acabo de decir, seguro que esto no tiene nada que ver con el asunto, pero es que una no puede evitar asociar las dos historias, y preguntarse, si a veces la realidad y la ficción no serán como dos almas gemelas caminando juntas de la mano.

Ah, la cosa no quedó aquí, el presentador siguió contando, que a otra señora muy mayor, le habían extirpado una bala de dentro de la cabeza, al parecer de los tiempos de no sé guerra…

Yo recuerdo, y esto también es real, que un primo mío de pequeño se había metido por los oídos trocitos de goma de borrar y luego por su cuenta intentó sacarlos con cerillas, vamos, que montó un “cacao” impreionante, y menos mal que lo confesó a sus padres que lo llevaron corriendo al médico, porque empezó a decir que cada vez que movía la cabeza sentía ruidos extraños dentro.

En fin, que a partir de ahora, cuando escuche decir a alguien la famosa frasecita de tener bien amueblada la cabeza, le contestaré sencillamente: ¡Quite, quite!, yo con tener sesos, huesos, venas y todo eso me conformo, lo normal vaya, los muebles y demás enseres domésticos déjelos usted en su sitio, no vaya a ser que luego tenga que volver a contarles alguna extraña historia referente a mi persona y entonces sean ustedes los que me digan a mí…¡Ay, señor… Lo que hay que oír…!

Emma Rosa

lunes, 6 de agosto de 2007

DICEN QUE NO ES NORMAL...

El verano sigue avanzando y hace calor, y todo el mundo se queja “porque hace demasiado calor” y dicen que no es normal. Hace muy poco, un par de semanas, hubo unos días que llovió y estaba el tiempo fresquito y la gente se quejaba por la calle y decía que eso no era normal.

Y yo, cada vez que salgo a la compra o similar, la expresión que más oigo es: “No es normal”. Y me pregunto ¿qué es lo que no es normal?, porque en verano, al menos en mi tierra, Asturias patria querida, desde que yo recuerdo, durante los veranos se alternaban los días de lluvia fresquitos y los de calor bastante asfixiante y la gente lo tenía asumido, pero ahora es que protestamos absolutamente por todo, porque si en invierno nieva mucho no es normal que nieve tanto, y si no nieva en absoluto no es normal porque se supone que tiene que nevar.

El caso es quejarse, ¿verdad? A mí, a veces, cuando escucho decir la dichosa frase ya no sé si reírme o simplemente replicar: Mire usted lo que no es normal es que todo nos parezca anormal.

Que está empezando a haber un cambio climático, dicen los expertos, que el Planeta se está recalentando, que la famosa capa de Ozono (todos hablan de ella pero yo no sé si esos todos saben de lo que hablan) por lo visto está desapareciendo o alterándose, y etc, etc; bueno, yo todo eso no lo discuto, pero de momento el verano sigue siendo verano y el invierno, invierno, más o menos típicos, clásicos o… lo mismo da como los califiquemos, yo, mientras no vea que se pone a nevar en julio o en agosto o que en Diciembre o Enero me ase de calor, pensaré que la situación es de lo más normal y que la frasecita se puso de moda y, ahora, desde que se han acabado los reality shows en la tele, pues ya no se tiene de qué hablar y ya se sabe que en esos casos uno acaba hablando del tiempo.

Ahora dirán ustedes que yo estoy hablando del tiempo porque no tengo otra cosa a mano o porque se me han agotado las ideas. Pues no, señores, sí que la tengo. Y hablando de realitys, quería comentar yo sobre Gran Hermano, pero no el de la tele, no, que ese ya está muy pasado, sino sobre un “Gran Hermano” actual y tremendo, tiene nombre propio y apellido: Bush, George Bush, ¿les suena, verdad? Pues ahora resulta que por lo visto este “señor” ha conseguido que el Congreso apruebe un proyecto de ley que permita a las agencias de espionaje espiar, valga la redundancia, todo lo que se les antoje, sin necesidad de una orden judicial.

Vamos, algo así como una patente de corso para hacer-ver-oír lo que les de la realísima gana, y a quién les apetezca. Supongo que antes ya lo hacían, pero al menos los ciudadanos tendrían, digo yo, un sitio a donden ir a protestar de que aquello era ilegal, pero ahora, so pretexto de las amenazas terroristas, pues ¡hale, a espiar libremente que la ley me ampara! Es decir, que si un norteamericano tiene algún pariente o se relaciona con alguien de algún país conflictivo, pues seguro que saben hasta cuando va ese ciudano al water (con perdón). Y es muy posible que con los adelantos que hay ahora, no solo te pinchen el teléfono, que eso ya está muy anticuado, o que te sigan todos los pasos con los satélites que nos adornan los cielos, sino también que los televisores traigan instalado por ahí adentro una camarita que te grabe hasta en tu intimidad para ver quien entra y quien sale de tu casa ¿se acuerdan de la película de Orwel “1984”? Sí, de ahí salió la idea del Gran Hermano, recuerdo que a mí se me pusieron los pelos de punta de solo pensarlo y ahora ya casi, o sin casi, lo tenemos aquí. Si es que lo que antes era ciencia ficción poco a poco se va convirtiendo en realidad, acuérdense de Julio Verne y su submarino y el viaje a la luna y tantos otros inventos que un día parecieron sueños imposibles y ahora ya están desfasados.

A este paso también se quedará desfasada la intimidad, la privacidad, la libertad… y esto sí que no es normal, como tampoco es normal…Lo que a veces… Hay que oír…

Emma Rosa

sábado, 30 de junio de 2007

DE BANCOS Y MÁS BANCOS

La mayoría de las noticias que oímos a diario son alarmantes, tristes, terribles, incluso terroríficas. Por eso cuando escuchamos alguna amable, que nos hace sonreír y pensar que, después de todo, la Humanidad no está tan deshumanizada como pudiera parecer, a esta servidora se le alegran los oídos y hasta parece que le bailan los lóbulos de las orejas de regocijo.

Bueno, pues una de estas noticias amables la escuché ayer en una entrevista, se trata del Banco de Tiempo. Yo, la verdad es que conozco muchos tipos de bancos, aparte de los de sentarse, claro, están los de dinero, de datos, de sangre, de ojos, de peces…, pero de tiempo, nunca lo había oído hasta ahora.

Un Banco del Tiempo es, básicamente, un grupo de personas que trabaja para ayudar a los demás, desinteresadamente. Es decir la moneda de cambio es una medida de tiempo, que se traduce en horas, donde tú ofreces una serie de servicios a cambio de que otra persona te ofrezca a ti los suyos. Una especie de trueque, vamos; los que quieren apuntarse solo tienen que dar los datos y decir que habilidades y gustos tienen; por ejemplo: Yo sé contar cuentos, me gusta leer en voz alta y charlar con personas mayores. Tú eres un manitas y sabes arreglar enchufes, barnizar puertas, restaurar etc. A otro se le da de maravilla arreglar todo tipo de papeleos y pelear con funcionarios en Organismos Oficiales. Y así hasta una lista interminable de actividades para intercambiar. Yo invierto dos horas en hacer algo por alguien, me lo apuntan en una cartilla y otro día que yo necesite algo determinado pues lo solicito y ya está, así de simple.

Lo comento porque me parece una iniciativa muy bonita, en esta sociedad, donde, sin dinero, parece que no llegas ni a la vuelta de la esquina, el que te vengan a hacer un trabajo gratis suena como a estafa, verdad, sin embargo existe y es una realidad, aunque otro día seas tú el que tengas que hacer algo gratis por los demás. A mí, sinceramente, me encanta la idea.

Otra de esas noticias buenas, es la aprobación en el Congreso de la Ley de la Lengua de Signos y de Medios de Apoyo a la Comunicación Oral. Supongo que es un gran avance para este colectivo de personas que, barrunto yo, que estaban un tanto olvidados. Ahora podrán acceder seguramente de forma más fácil a la cultura, a la educación, a mejores puestos de trabajo, etc. También al parecer hay cada vez más personas interesadas en estudiar esta lengua y convertirse en intérpretes. Y precisamente ésto, como comentaba jocosamente, una chica sorda: “a veces puede ser una incomodidad, porque antes podía estar con un amigo “charlando” en un bar y nadie se enteraba de lo que “hablábamos”, pero tenemos que empezar a tener cuidado porque ahora ya hay mucha gente alrededor que te puede entender”. Y, es que, claro, digo yo, que nosotros los hablantes, podemos bajar la voz y los de la mesa de al lado no se enteran, pero dos personas que solo pueden comunicarse con gestos y signos ¿cómo pueden “hablar” bajito? Sólo se me ocurre que se pongan de espaldas a todos, o sea de cara a la pared, ups, no sé, nunca me lo había planteado.

Y ya para terminar, este artículo, quiero hablarles de la publicidad y de la imaginación de los publicistas: Me llega al correo un folleto de un Banco, éste sí de dinero, faltaría más, para que lleve allí mis ahorrillos; dan pon sentado que los tengo y yo pienso que son muy optimistas, pero bueno sigo leyendo a ver que me ofrecen: “un tratamiento antiestrés”, vaya no está mal, una piensa que le van a regalar una estancia en un balneario o al menos una tarde en una clínica de masajes de ésas que dicen que sales como flotando de tan relajado que te dejan, pero nooooo, error y horror, a quién ofrecen el tratamiento antiestrés no es a mí, sino… ¡A mi dinero! Lo primero que pienso es que he leído mal o que me están tomando el pelo, pero releo y confirmo que dice lo que dice: “Regale a su dinero un tratamiento antiestrés”, o sea que además se lo tengo que regalar yo. Ay, Señor, ¿para qué quiere el dinero un tratamiento así? Yo que creía que sólo nos podíamos estresar los humanos y los animales, o incluso las plantas, pero no las cosas. ¡Jolines!, ahora lo miro todo con otros ojos, la próxima vez que se me peguen las lentejas pensaré que se queman por culpa del estrés y me sentiré culpable.

En fin, que a mí no me importaría tener mucho dinero aunque estuviera estresado que ya me encargaría yo de relajarlo, ya… Me lo llevaría conmigo de compras, de viaje, de vacaciones, nos desestresaríamos juntos por el mundo y seríamos tan felices…

¡Vivan los Bancos y la publicidad!… ¡Aysss!, a veces… Lo que hay que oír…

Emma Rosa

sábado, 16 de junio de 2007

SOBRE EL DESTINO Y LA PILDORA ANTI-REGLA

Estoy convencida de que muchas veces en la vida las cosas no suceden por casualidad. Es decir, que cuando esperamos inútilmente un resultado que deseamos, pero que no llega a producirse, es porque de alguna manera el destino nos está avisando, como si nos dijera: “mira, que luego te vas a arrepentir, piensa bien si esto es lo que quieres realmente, asegúrate antes”.

¿Por qué empiezo hoy ésta “artiopinión” (ya sé que esta palabra no existe, pero como me la acabo de inventar y el blog es mío, pues ahí se queda) de una manera tan filosófica? Pues tiene muy fácil explicación.

¿Se acuerdan de lo que escribí sobre mis quejas a Telefónica porque no acababan de venir a reinstalarme la línea y a ponerme el Imagenio de marras? Pues miren ustedes por dónde, ahora me alegro de que hubieran tardado tanto, ya que gracias a eso me dio tiempo a informarme bien de algo que no me habían dicho. Vamos, que ya no quiero el Imagenio, ni regalado. Resulta que el invento está bien, tiene muchos canales y todo eso, peroooooo…, tiene un defecto gordísimo: sólo envía una señal, o sea - por poner un ejemplo-, que si alguien en el salón está viendo el canal 22 y yo estoy en la cocina y quiero ver el canal 35, pues no puedo. No señor. Tengo que ver, por narices, el 22, o cualquiera de los seis, siete u ocho nacionales, que ésos por lo visto no cuentan, digo yo que será porque son los gratuitos, y claro ya se sabe que lo que es gratis o regalado es como si tuviera menos importancia que lo otro.

Se imaginan ustedes, menudo lío en casa. Habría poco menos que una guerra diaria. Me imagino a mi marido, que es un entusiasta de las películas de guerra y acción, atrincherado en el salón los fines de semana, con el mando agarrado como si de un salvavidas se tratara, y el resto de nosotros condenados a ver lo mismo, sabiendo, -y es otro ejemplo- que en el 35 hay una película estupenda y en el 48 están echando el concierto que quiere ver la niña.... Uhhhh, no lo quiero ni pensar, hubiera sido mucho peor que ahora; con Telecable no tenemos tantos canales pero al menos sí que se puede ver en cada televisor el que tu quieres.

En fin, que agradezco públicamente al “Destino” el favor que me ha hecho.

Y dicho esto, pues el tema ya queda zanjado, al menos de momento. Pero no quería terminar yo, hoy, con estas cuestiones un tanto aburridas, sino que quería hablar de otro invento recién inventado –perdón por la redundancia- (eso me lo enseñaron en el instituto cuando hacía bachiller, y nunca supe por qué había que pedir perdón por eso, pero me quedó la costumbre), bueno, les hablaba del nuevo invento de la comunidad científica y de las Farmaceúticas en general, que yo creo que es de ahí, de donde vienen los tiros: “La píldora anti-regla”.

A mí, tengo que decir sinceramente que me asusta muchísimo esta noticia. Pienso que “el periodo” (cuando yo era jovencita se decía así, era como más fino, una tontería más de aquellos tiempos) es tan natural en las hembras-mujeres, como el quedarse embarazada y tener hijos.

¡Vaya!, está claro que “esos días del mes” no son precisamente agradables ni placenteros. Dejémonos de milongas: ¡son un auténtico coñazo!, pero una se acostumbra, qué remedio; pero. de ahí, a querer suprimir todo el proceso de un plumazo, me parece un asunto muy delicado; peligroso, porque quién sabe que resultados a largo plazo puede tener; igual es una forma muy tonta de arriesgarse el físico, no sé, a mí me da miedo y repelús hasta pensar en ello, no vaya a pasar que sea mucho peor el remedio que la enfermedad, yo creo que en este caso es mejor lo malo conocido que lo bueno por conocer. ¿O no?

Aysss, señores científicos, hoy me toca dedicarles a ustedes mi frase favorita: … A veces, lo que hay que oír…

Emma Rosa

domingo, 20 de mayo de 2007

MUNICIPALES Y AUTONÓMICAS O ¿ENSAYO GENERAL?

Hoy, quiero protestar, ya sé que siempre hago lo mismo y les resultaré aburrida, quizá sea por contagio de estar oyendo a mis hijos quejarse de todo, pero, para una vez que puedo hacerlo yo, voy a aprovechar la ocasión…, nadie me va a escuchar, pero, ¿y lo que desahoga decir lo que se piensa? Lo a gusto que se queda una después, eso vale un mundo, que se lo digo yo.

Lo dicho, vamos a la protesta: Yo me pregunto, y llevo unos días dándole vueltas al asunto, ¿qué tipo de Campaña electoral estamos teniendo? No sé ustedes, yo, hay veces que me siento confundida. Estamos a punto de celebrar unas Elecciones, pero, ¿a quéeee? Si vamos a elegir Alcaldes y Presidentes autonómicos ¿qué rayos pintan continuamente bombardeándonos con sus historias Zapatero y Rajoy? Vamos a ver, señores, a mí como ciudadana de este país, en este momento no me interesan en absoluto sus discusiones, sus chistes malos, sus salidas de tono y todas las “lindezas” que se puedan decir el uno al otro. Y, ¿saben por qué no me interesa? Porque después del día 27 de mayo ustedes dos van a seguir sentándose en sus escaños del Congreso como si no hubiera pasado nada, van a seguir discutiendo más de lo mismo, y no se van a acordar de todo lo que prometieron en las ciudades y regiones por donde pasaron; en cambio para mí, para el resto de los ciudadanos, ya no será igual; nosotros y nuestros intereses ya no dependerán de las mismas personas.

Quizá salga reelegido el Alcalde anterior y si era buena persona, honrado y decente y además hizo mucho por su Concejo, estupendo y enhorabuena, y si el próximo es otro distinto, pero mejor, pues también enhorabuena, y si sale “rana” (con perdón, pero ustedes me entienden) pues empiecen a acostumbrarse a oír el nombre de su pueblo en las noticias y a tener a los reporteros alrededor.

Y quien dice en La Alcaldía dice también en La Presidencia de la Autonomía correspondiente.

Eso es lo que me interesa ahora, conocer a los Candidatos de AHORA, escuchar lo que me ofrecen, saber si van a arreglar las aceras, mejorar las carreteras, las infraestructuras, las comunicaciones, ampliar presupuestos para becas, para educación, para sanidad… y un montón de cosas más, como la intendencia doméstica pero a lo grande. Eso es lo que a nosotros realmente nos interesa.

Sin embargo, tal y como nos presentan la Campaña en la televisión más parece que estuviéramos asistiendo a unas Generales, o al menos yo, la veo como si fuera una especie de ensayo general y me digo ¿no podrían ustedes esperar su turno? Que ya les tocará la vez, caray, que, como dice el refrán: “a todo gocho le llega su San Martín” (ustedes perdonen la comparación) pero, creo que se están adelantando, que su función aún no ha comenzado y que tendrían que esperar al año que viene, ahora debieran ceder el protagonismo a quién de verdad lo necesita. Yo comprendo que, como presidentes de los partidos, tienen ustedes que apoyar a sus representantes, faltaría más, pero con un apoyo moral que les respaldara sería suficiente, y opino que con su presencia, sus sonrisas y su aplauso, bastaría. Ahora mismo, Sres, no nos importa saber si sus principios son buenos o malos, muchos o pocos; con conocer los de nuestros futuros Alcaldes y Presidentes autonómicos ya estamos servidos de momento, los suyos guárdenselos para intervenciones futuras que les harán falta y vayan haciendo acopio de chistes, refranes, proverbios, y demás parafernalia que, cuando llegue su momento, estaremos encantados de oírles, reírles las gracias –si las hubiera- y asistir a sus shows (perdón, quería decir mítines) para escuchar sus memorables frases: “dale caña, dale caña” ¿se acuerda usted Sr Rajoy? Por aquel entonces ya le dije que me recordaba a Groucho Marx con su “más madera, más madera” y mire por dónde el otro día lo nombró usted al hablar de “sus principios”, usted me perdonará pero las comparaciones a veces son odiosas y sinceramente creo que como cómico no le llega usted ni a la altura del “bigote”, así que si quiere emular a uno de los Hermanos Marx quizá sería preferible que se limitara a imitar a Mudito que igual es más asequible a sus posibilidades y a su personalidad y a lo mejor así, por una vez, yo ya no tendría que decir aquello de ¡Ay, Señor… Lo que hay que oír…!

Emma Rosa

sábado, 12 de mayo de 2007

DE QUEJAS Y TELECOMUNICACIONES



Por aquí me ando otra vez. Con retraso, ya lo sé, pero espero que ustedes sabrán disculparme. Ay, que tengo yo miedo de estar contagiándome con los políticos, que yo también empiezo a prometer y a no cumplir. A ver si ya me está afectando la campaña electoral, si acaba de comenzar y ya estoy confundida con tantas ideas de ida y vuelta.

Bueno, pues les voy a contar que mi campaña personal en este momento, no tiene nada que ver con la política del país, vamos que no voy a presentarme a nada, no estoy tan loca, aún, o tan cuerda, ¿quién sabe como hay que estar para hacerlo?

Bien, les hablaba de mi campaña, o de mi lucha, por decirlo de otro modo, que no es otra que la “pelea” que me traigo con los de Telefónica para que me vengan a instalar la línea, el Imagenio de marras y el ADSL ése tan rápido que dicen ellos que tienen, aysss, como luego vaya a la misma velocidad con la que me están tardando en tramitar todo el papeleo…

El asunto es que los comerciales del número de atención al cliente -suena muy bien, pero ustedes no se fíen, eh-, que la atención que te prestan es muy relativa; caso, lo que se dice caso, mucho no te hacen, ahora sí, el trato es de “usted con el Doña delante de tu nombre”, lo que no impide que en cuanto dices que quieres poner una queja por la tardanza y el incumplimiento de la promesa que te hicieron, ¡hala!, te cortan la llamada; a mí me ha pasado más de una vez, y vuelves a marcar y tienes que repetir otra vez toda la historia y con muuuucha suerte, pues a lo mejor das con alguien que te comprende y te explica el porqué no pueden hacer nada: “Es muy sencillo –te dicen con esa voz tan profesional que tienen algunos, tanto, que hay veces que te crees lo que te dicen y todo, y piensas que algunos son más políticos que los propios idem- Doña Fulanita, la culpa no es nuestra es de la Compañía donde usted tiene ahora el teléfono que no nos quiere dar la portabilidad de su número” y yo pregunto qué rayos es eso. Y otra vez te responden que es muy sencillo, que no quieren traspasar la línea de teléfono hasta no agotar todo el tiempo para cobrar otro recibo más.

O sea, que hablando en plata, que no quieren soltar al cliente y que te tienen agarrada por los… “cables” hasta que les parezca que ya está bien y te liberen. Y yo me digo, jolín, que no van a perder tanto por un solo cliente, caray, ni que fuera una OPA hostil o algo parecido.

Ahora que ya me he despachado a gusto y cambiando de tema, quería comentarles, para terminar este intento de artículo -porque hoy no sé muy bien como llamar a éste churro que me ha salido, intentaré compensarles en el próximo-, bueno, que el otro día ví un reportaje que me llamó la atención; hablaban de lo agresivas que se vuelven las personas cuando se sientan al volante de un coche, y que sin embargo esos mismos cuando van andando por la calle son en general seres pacíficos. Y yo me digo, pues menos mal, porque me imagino a todos los peatones cuando se van cruzando por las aceras picándose unos contra otros porque el que viene detrás de ti te pasa por este lado o por el otro o porque corre más que tú, o cuando chocas con alguien, huy, a ustedes nunca les ha pasado eso de que alguien que viene enfrente se para delante de ti para no chocar, tú también te paras y que si uno echa a andar para un lado y el otro también, y ¿qué pasa al final?, que acabas chocando, mucho o poco, pero el roce de codos o algo más no te lo quita nadie, y murmuras perdón y hay quién se pone colorado y, a mí la verdad es que en esas situaciones me da la risa, me da como una risa tonta y me siento un poquitín ridícula. Pues menos mal que reaccionamos así, porque si lo hiciéramos como los conductores cuando tienen un choque por leve que sea, que empiezan a soltar tacos y voces y casi a llegar a las manos a veces, ayyy, si nosotros “los de a pie” les imitáramos andaríamos “cascándonos manporros” a cada rato. ¡Jesús, qué horror! Da grima sólo de pensarlo. O, pongo por caso, un señor que va con un carrito o una silla de niño paseando por la calle y otro que le adelanta porque tiene más prisa, fíjense si el primero se picara y acelerara el paso y el segundo se picara más y echara a correr…

Buenoooo, sería cómico y tremendo a la vez, no les parece.

En fin, que ya no les aburro más con mis cuitas, que bastantes tendremos estos días con las de los políticos, porque cuando empiezan a ponerse verdes unos a otros…, amigos míos… ¡Lo que hay que oír…!

Emma Rosa

viernes, 4 de mayo de 2007

ENTRE LA VIDA REAL Y LA REAL VIDA

Otra vez estoy aquí para cotillear un poco. ¿De qué? Pues la verdad es que no sé muy bien por donde empezar, como siempre, se oyen y se ven tantas cosas que una no sabe a qué dar prioridad a la hora de comentar.

Bueno, pues estos días se habló muuuucho y “lo que te rondaré morena” del nacimiento real, o ¿será del Real nacimiento? Ay, no, que éste suena como a fútbol o a toros o algo así… Ustedes ya saben a quién me refiero, seguro. Pues sí, ya nació otra princesita más en nuestra querida España, y yo me alegro por ello, pero no porque sus padres sean los Príncipes o los futuros Reyes, no, sino porque son una pareja joven que se quieren y que tienen derecho a ser felices, con o sin perdices. Y ¿que viven del cuento? que dicen algunos, pues la verdad es que yo no sé muy bien de lo que viven, pero en todo caso no me cambiaría por ellos, eso de tener cada minuto del día programado no va conmigo, oigan, que yo pienso que debe ser muy duro eso de no poder ir o hacer nunca, o casi nunca, lo que te dé la real gana, y nunca mejor dicho, ¡caray!, y aguantando los rollazos que tienen que aguantar a veces. ¡Uffff!, yo, a veces, cuando les veo en esos desfiles interminables o en esas aburridas cenas y en los “besamanos” pienso: ¿Y si ahora les da un apretón o tienen un ataque de gases o algo así? ¡Buhhh!, quita, quita, esa vida para quien la quiera, mejor ser maruja que Princesa, por mucho que se viva del cuento.

Cambiando de tema, otro notición de hoy, recién fresquito, vaya, la detención de la Pantoja, cotilleo puro y duro, ya lo sé, la verdad es que a mí, eso ni me va ni me viene, (“que me la trae al pairo” que diría quien yo me sé y ella ya sabe quien es, creo), bueno, pues eso, pero yo vivo en el norte de ésta, nuestra España, si viviera en Marbella seguro que me importaba mucho más, aunque, claro, si tenemos en cuenta que horas antes nuestro Presidente en un mítin en esa misma ciudad habló de la corrupción y de que se iba a detener a todo bicho viviente por muy famoso que sea y que esté imputado en el asunto, pues, ¿qué quieren que les diga? Demasiada casualidad ¿o no? Vaya, si parecía que estaba anunciando algo vital para el país. Luego no me extraña que salga al quite el Acebes y que argumente que con este asunto se está tratando de despistar la atención de la gente de otras cuestiones bastantes más importantes. Pues mire por donde, Sr. Acebes, no es que usted sea santo de mi devoción, pero en este caso tengo que darle la razón, que creo yo que sí, que la tiene, y que esta vez ha estado usted muy sagaz, “a Dios lo que es de Dios y…”, que yo no me caso ya con nadie, sea del Partido que sea, que ya lo hice hace muchos años y de momento estoy servida.

Ah, para terminar, que vean ustedes que yo también estoy muy puesta en cultura: La lástima es que pillé sólo un ratito de la conversación y ése sí fue de casualidad, fue breve, pero muy sabroso, estaban entrevistando a Antonio Gala, y cuando el presentador le preguntó sobre los guiones que había escrito para cine, concretamente para una película de Raphael y otra de Sara Montiel, la verdad es que me quedé alucinada cuando escuché eso, jamás lo hubiera pensado de todo un señor tan serio y tan docto él; pues ¿qué creen que hizo el escritor? No se achantó ni nada parecido, se limitó a encogerse de hombros y dijo simplemente: “que había que pagar el piso”; después le dio la vuelta a su bastoncito y se bebió un trago de algo de una taza y esperó la siguiente pregunta.

¡Vaya!, resulta que estos “peces gordos” de la literatura que presumen de que escriben casi para minorías y critican a los escritores que venden novelones para lucrarse fácilmente, ellos también caen o cayeron en su día en las garras de la tentación y “se rebajaron” a escribir cualquier cosa con tal de ganar dinero, eso sí la excusa de la hipoteca es una buena excusa, verdad usted, señor Gala…

¡Ay, Señor!... A veces lo que hay que oír…

Emma Rosa

domingo, 29 de abril de 2007

DE LOS EUROS AL INFIERNO


Sinceramente, esta vez no sé como empezar ésto, que, podría llamarse artículo, pero es que me parece una palabra demasiado grande para lo que yo hago aquí.

También podría empezar por disculparme por la tardanza, una semana sin aparecer, cuando yo había dicho… Bueno, lo que importa es que estoy aquí otra vez, que no les he olvidado, y ¿ustedes a mí? Ay, espero que no; pero es que anduve en casa de “obras menores”, pero obras, ¿será por contagio? Bueno, y además que sigo medio colgada con Internet, aún estoy esperando que me vengan los de Telefónica a instalar la línea y a ponerme en condiciones lo del ADSL; ya le podían haber puesto otras siglas, caray, algo que se pudiera pronunciar mejor, que a mí esas me suenan mal, como a droga, o algo así. Claro que, mirándolo bien, esto engancha, ya lo dicen los expertos: “Que Internet puede crear dependencia”. Pues como todo en la vida, digo yo, lo bueno o engorda o es pecado, miren ustedes eso es un dicho muy viejo, así que no nos vengan ahora contando milongas.

Ven ustedes, ya me he liado con tonterías, y aún no he entrado en materia, y no será porque la semanita no esté plagada de noticias, eh, de esas sabrosas, y que te hacen dar un respingo y hablar con la tele -al menos yo lo hago- mis hijos dicen que estoy loca, que si será la menopausia, que me como demasiado el tarro, uffff, y más “lindezas” parecidas. Pero es que como se le queda el cuerpo a una cuando oyes decir a alguien que cobra al mes: ¡8000 euros! Y eso sólo por darle a la lengua y poner verde a los demás. Ustedes ya saben por donde voy, seguro. Pero es que esta servidora que tiene que estirar cada euro como si fuera de goma para llegar a fin de mes, no se puede ni imaginar lo que puede ser cobrar semejante cantidad sólo por criticar y por la llevar la contraria. También hay que tener un par de “narices” para decirlo así, al descubierto, sabiendo la polémica que esto iba a traer. Yo no sé si esta confesión del Sr. Rajoy habrá sido o no acertada. Según se mire, puede ser tirar piedras contra el propio tejado o puede ser que él como persona haya ganado puntos por no ocultar una verdad, que en teoría puede perjudicarle, pero me pregunto: ¿Cómo habrá sentado en el Partido? Porque los españolitos de a pie o de autobús o de metro, ¿qué nos preguntaremos ahora a la hora de ir a votar? ¿De dónde salen esos 5000 euros que cobra un solo señor, más todos los que cobrarán los demás? De los socios, etc, me imagino yo, pero ¿y qué pensarán ahora los socios? Bueno, pues yo me he quedado sin habla, la verdad, y, pensándolo fríamente, a mí, por ese dinero, no me importaría defender a capa y espada a cualquier partido político, ya sé que eso no es muy ético, pero, total hoy en día no hay diferencias, no hay izquierdas ni derechas, no hay nadie del Centro-centro, porque todos lo son, en mi humilde opinión tanto los partidos como los candidatos son “desaboríos”, como muy “Light”, lo que pasa que en vez de ser bajos en calorías son bajos en espíritu, no sé, es como si no tuvieran enganche, carisma, que se dice ahora, tal parece que se limitan a aguantar el tipo hasta la hora de cobrar y luego viven su vida tan felices, ¡no te fastidia!, yo con esos sueldos viviría superfeliz, ¿ustedes no?

Ah, de otra cosita que quiero hablar, a riesgo de ser pesada, pero es que tampoco tiene desperdicio la noticia: ¿Se acuerdan ustedes de que yo les comenté que estaba muy contenta porque ya no teníamos Limbo? Bueno, pues está claro que “poco dura la alegría en casa del pobre” porque ahora es peor: ¡Ahora tenemos otra vez Infierno! ¡Vaya por Dios!, y nunca mejor dicho, que dice el Papa que existe el Infierno, que sí, que está ahí, vamos, que haberlo, “haylo”. Ven ustedes, lo que yo decía de los mundos virtuales, si es que son como niños jugando con la consola o con el ordenador quitando programas o juegos que ya les cansan para volver a rescatar y añadir otros más antiguos y que ya estaban olvidados.

Aysss, si Dante levantara la cabeza y escribiera ahora sobre todo esto, seguro que haría un buen best seller, yo no sé si lo titularía La Divina Comedia o la Comedia Divina, pero a mí, la verdad es que, lo que me parece es un cachondeo, eso sí, lo de divino, no lo niego.

Ahora yo estoy preocupada y me queda una duda: ¿Qué pasa con el Purgatorio? Seguimos teniéndolo o se ha ido también al Limbo con el ídem.

¡Ay, Señor! Habrá que esperar y tener los oídos bien abiertos, porque a veces… ¡Lo que hay que oír…!

Emma Rosa

sábado, 21 de abril de 2007

DE OBRAS PÚBLICAS Y ELECCIONES

DE OBRAS PÚBLICAS Y ELECCIONES

¡Hola, a quién haya por ahí! Una servidora ataca de nuevo con sus opiniones y sus cotilleos personales.

Seguro que más de una se habrá pensado, al ver que yo no aparecía por aquí, que ya me he cansado, o algo parecido. Pues no, no es eso. Verán ustedes ya les prevengo desde ahora para que no haya equívocos, eso forma parte de mi personalidad: Soy muy inconstante, lo reconozco, o indisciplinada, o llámenlo como quieran, no puedo prometer que voy a escribir todos los días, para prometer ya están los políticos, que luego no cumplen, pero prometer, lo hacen divinamente. Yo calculo “articulear” dos o tres veces por semana, ¿les parece bien? Ay, ¿a qué me recuerda a mí esto? Ah, ya sé, a las famosas encuestas, ésas que hacen de vez en cuando sobre la vida sexual de las parejas.

A saber: “Los españoles hacemos el amor una media de dos-tres veces por semana”. Buenoooo, los habrá que lo superen y otros que no llegan ni a una, vamos, digo yo, porque si yo les contara… No, no hablo de mi vida íntima, eh, Dios me libre, pero a juzgar por lo que oigo a través de las paredes de mi casa… Uhhhh, sudores, a veces, me entran de escuchar “ciertas cosas”… Mejor corramos un tupido velo y hablemos de otra cosa, no vayamos a liarla…

Y hablando de liarla: para lío, lío, el que hay montado por las calles, al menos por las de mi pueblo o de mis dos pueblos, mejor dicho (otro día les contaré porqué tengo dos). Tan lío es, que hoy volví de la compra muyyyy cabreada, con el carrito cargado a tope sorteando agujeros, atravesando pasarelas improvisadas sobre zanjas y haciendo malabarismos para que no me atropellaran los coches porque no sé que tuberías están metiendo y las aceras han desaparecido, en fin que ustedes ya me entienden, seguro que están sufriendo situaciones parecidas en media España, ¿por qué seráaaa? No quiero ser mal pensada, ups, pero ¿creen ustedes que tendrá algo que ver con las Elecciones que se avecinan? Es que siempre pasa lo mismo, lo dejan todo para última hora, lo de las obras digo, y luego ¡hala, todo de prisa y corriendo! Y terminarán colocando las baldosas a marchas forzadas para inaugurar antes de la campaña electoral, y ya se sabe, a los cuatro días se empiezan a despegar y cuando llueve y pisas la baldosa suelta… Uffff, se te cuela el agua por dentro del pantalón, ¿qué bien sienta, verdad? Te acuerdas del Sr. Alcalde y de toda su parentela por no haber hecho las cosas a conciencia y a su debido tiempo. Que ha tenido usted cuatro años para hacerlo, hombre; ya se sabe que “las cosas de Palacio van despacio” pero las de los Ayuntamientos, decir que van a paso de tortuga es ser muy optimistas, ¿o no? En fin, paciencia, y que no corra demasiada sangre cuando los mítines nos empiecen a martillear por todos lados.

De otra cosa que yo les quería hablar hoy, es de la Iglesia, y es que la noticia es de las que te dejan alucinando, dudando de tus facultades auditivas: “Las autoridades eclesiásticas han decidido suprimir el “limbo”. yo la verdad es que me alegro, a mí esa palabra nunca me gustó, me suena como a estar perdido por el espacio, dando vueltas como un astronauta que se hubiera caído de la nave, y sobre todo, teniendo en cuenta que los que iban allí eran los pobrecitos niños que se morían sin bautizar, angelitos, qué daño habrían hecho ellos para tener semejante destino. Ya ven ustedes, digo yo que si estarían aburridos o no tenían otra cosa mejor que hacer, y se han quedado tan contentos, oiga. Ays, y nosotros que pensamos que el mundo virtual se inventó con Internet, pues no, resulta que los curas ya se nos habían adelantado… ¡Ay, Señor… A veces… Lo que hay que oír…!

Emma Rosa

martes, 17 de abril de 2007

COSAS DE POLÍTICOS

COSAS DE POLÍTICOS

Buenassss. Aquí estoy otra vez. Lo primero que quiero hacer es dar las gracias a todos los que entraron en mi blog y me dejaron sus mensajes de apoyo y buenos deseos.

Ahora, si hay alguien por ahí, dirá: ¡Bah, seguro que son un puñado de amigos suyos que lo han hecho por puro compromiso”. Y yo le contestaría: Pues sí, mire, está usted en lo cierto, son un puñado de amigos, ¡y a mucha honra! , que esta vez sí que lo digo con convencimiento, y si fue o no por compromiso, es lo de menos, lo que importa es que se han tomado la molestia y me han dedicado unos instantes preciosos de sus vidas.

Bueno, cumplida ya la obligación, -no se crean que siempre voy a dedicarles tantas líneas de agradecimiento, eh, esto es por ser la primera vez- entraré en otras materias, porque a veces se oye cada cosa, que a una se le descuelga más la barbilla de lo que la tiene, y no sólo por la gravedad si no por esas noticias que escuchas así de refilón y hace que te quedes con el plato en la mano a medio fregar o algo parecido de la impresión.

Y, es que no es para menos la cosa, cuando oyes así de repente decir al presentador del telediario que los del PP han encargado a una imprenta que les hicieran 1000 copias de formularios oficiales para votar por correo en las Elecciones, ¡toma castaña! Y digo yo, eso no sé si será falsificación de documento público o algo así, pero si no es un pirateo es algo muy parecido o ¿no? Luego nos dicen a nosotros que no pirateemos, que es un delito, ¡no te fastidia! Ah, y para defenderse va el Acebes y dice, como restándole importancia, oiga, “que no hay porque asombrarse que es una práctica muy habitual”. Pero ¿qué me está contando hombreee? ¿Acaso me está diciendo que ya lo han hecho más veces? Ayayayay, yo no doy crédito a mis oídos, pero ¿quién le hace los discursos a este señor para confesar semejante burrada? Esas cosas si se hacen no se dicen, caray, que lo está usted estropeando en vez de arreglarlo, pues vaya un político que está hecho, Señor Acebes, fíjese, que hasta yo me doy cuenta de que ha metido usted la pata, y eso que no soy muy entendida en estas cuestiones.

¡Manda güevos! que diría el Sr. Trillo. Se acuerdan de aquello ¿verdad? Ese señor sí que me gustaba a mí, ya me caía bien antes, pero después de soltar la frasecita en el Congreso y quedarse tan fresco… Claro que él creía que el micrófono estaba cerrado, pero otro en su lugar no sé como hubiera reaccionado, él, ya no recuerdo si pidió perdón, pero la sonrisa de picarón le quedó de cine y no se acongojó nada, pues desde ese día pasó a ser mi político preferido. Lo de menos es el partido de donde se sea, en todos los sitios cuecen habas, o lo que es lo mismo en todos los bandos hay gente simpática y gente estúpida. Y no hay partido político que no tenga su hombre guapo y su hombre feo, en el Gobierno, por ejemplo, -según mi opinión, evidentemente, que habrá para todos los gustos- el que ejerce de guapo, por decirlo de algún modo es el Presidente, y el feo, ése otro que siempre es el que da la cara, y en cambio en la oposición es justo al revés, me pregunto si será por aquello de llevar la contraria también en eso.

En fin, que voy a ir cortando por hoy, quería haber contado más cosas mías, pero me enredé con los políticos y sus historias. Así que la próxima vez no hablaré del Gobierno, o sí, vaya usted a saber… Porque a veces lo que hay que oír…

Emma Rosa

lunes, 16 de abril de 2007

Me presento: Simplemente Emma

¡Toc, toc! ¿Hay alguien ahí?... Esto es como hablarle a un contestador, nunca sabes si van a escuchar el mensaje que les dejas y te quedas pensando y mirando al teléfono con cara de estúpida, dudando entre hablar o llamar más tarde.

En fin, tampoco voy a preocuparme mucho, porque, digo yo, que las opiniones de un ama de casa, me da a mí, que no van a interesar a tanta gente, así es que si las lee alguien será de pura casualidad con tanto y tan interesante como hay en Internet…

Me presentaré: Soy un ama de casa. Ya está, ya lo he dicho. Ahora debería añadir aquello de: “Y a mucha honra”, ( y una m…) mentira, una grande y enorme mentira. No hay cosa más aburrida que ser ama de casa, todos los días del año haciendo lo mismo, y para qué, para que luego te lo deshagan los demás. Ya lo dicen mis hijos cuando les mando hacer su cama: “¿para qué, mamá, si la voy a volver a deshacer?” y tienen razón, claro, pero cuando una –a veces una es tonta y no lo puede remediar- se la hace, bien colocadito todo, pues ellos no protestan ni te dicen que es tontería, noooo, sólo es una tontería si la tienen que hacer ellos.

Bueno, a lo que iba, a mí, en realidad lo que me gustaría es tener una carrera: ser médica o abogada o ejecutiva, o periodista de estas que salen en la tele, siempre tan monas y tan bien peinadas y maquilladas, claro, como es gratis, así cualquiera. Pero me he quedado en el Bachiller, eso sí, el bueno, el de antes y no lo que hay ahora: dos años y ¡hala!, el título de Bachiller en el bolso, ah, y la P.A.U., ¿qué bien suena, verdad? Yo pensaba que era un curso entero de preparación para la Universidad, como el PREU o algo así, pero no, son unos días y una simple prueba de acceso, vamos, lo que antes se llamaba Selectividad, que no sé porqué le habrán cambiado el nombre si es lo mismo.

Por si no lo he dicho: tengo marido también, además de dos hijos adolescentes, la parejita, vaya; un piso y un coche, ya ven ustedes, el lote completo, lo que se llama “el sueño americano” pero a lo español. Y soy ama de casa, gobernanta, directora de hogar, “chica-para-todo”, llámenlo como quieran, yo, ya lo tengo asumido.

Pero eso era antes, antes de que yo descubriera las posibilidades de la informática, ahora, ya no soy la misma, nooooo, ahora soy otra mujer, que decía una canción. Desde que me apunté a un cursillo de Internet en el Telecentro para entretenerme por las tardes, allí aprendí que hay otro mundo más allá de las paredes de mi casa y de la pantalla de la tele.

Aunque siempre me gustó leer, eso sí, vivir otras vidas a través de los libros es muy divertido e interesante, pero Internet… es … el no va más. Esto de darle a un botoncito y estar en contacto con el mundo entero. Y chatear, buenoooo, ríete tú del critiqueo de cuatro amigas tomando café que se estilaba antes, esto de ahora, esto sí es tener el mundo a tus pies, mejor dicho en tus manos, por lo del tecleo lo digo, que una servidora en sus años mozos hizo sus correspondientes cursos de mecanografía hasta las mismas vísperas de su boda, y mira por donde, de secretaria jamás obtuve un puesto, pero tecleo que es un primor.

En fin, ya me he presentado, aunque me quedan por decir muchas cosas, pero habrá tiempo para todo, para contar y para opinar, que de eso se trata este blog, ¡qué bonito suena! Y además es mío y puedo escribir lo que me de la gana.

Bueno, termino ya, por hoy. La próxima vez intentaré que sea algo más interesante, y es que hay muuuucho de que hablar y opinar, porque… ¡Lo que hay que oír a veces…!

Emma Rosa